Un Desafío
Es necesario el desarrollo de productos nacionales que lleguen al pescador a un precio y calidad razonables, para que la pesca con mosca siga en crecimiento. Si el acceso a productos de primera calidad queda solo restringido a quienes puedan comprarlos en el exterior o puedan pagar su precio en el ámbito local, la pesca con mosca será tan solo un “deporte de elite” destinado a unos pocos.
En las últimas décadas la pesca con mosca se ha “popularizado”; sus adeptos se han multiplicado y sus bondades han llegado a casi todos los estratos de la sociedad. Si queremos que este proceso continúe, es imprescindible que muchos de los elementos que llegan de afuera comiencen a producirse aquí.
Estamos seguros que puede lograrse, hay algunos ejemplos de ello; existen reeles nacionales de gran calidad, existen atadores que producen moscas comerciales comparables a las importadas, existe indumentaria de alta tecnología fabricada en el ámbito local.
Puede que no sea sencillo, como en cualquier proceso de sustitución de importaciones, los primeros intentos difícilmente puedan competir en calidad y precio con los que “aspiracionalmente” desean todos los pescadores. Es muy posible que la calidad de una línea local no sea la misma que la de las marcas tradicionales que pueden costar hasta u$s 100; pero seguramente en el transcurso de su fabricación la calidad irá en ascenso y su precio irá disminuyendo.
Creemos que este cambio de paradigma es una tarea y un compromiso de todos, de fabricantes y artesanos que se propongan el desarrollo tecnológico local, de vendedores y comerciantes dispuestos a promocionar productos de fabricación local a precios razonables, de pescadores que prefieran y apoyen insumos nacionales en lugar de marcan “tradicionales” que acompañadas de un marketing millonario presentan precios astronómicos, de importadores que favorezcan el trabajo de fabricantes y productores locales dispuestos a hacer el esfuerzo de dar continuidad en las vitrinas a productos cada vez mejores y más accesibles.
Este esfuerzo representa un desafío para todos, si no podemos superarlo seguiremos estando a merced de vaivenes políticos y económicos cuyas consecuencias serán la escaséz o desaparición de muchos productos de pesca en los comercios especializados, o simplemente que alcancen valores prohibitivos para la mayoría de los pescadores.