Por Nadir Dupuy
Es un espejo de agua único en Argentina, y uno de los pocos que hay en el mundo con sus características, que nos da la posibilidad de tener una experiencia sin igual. Donde la vida brota por donde se la mire, tanto debajo del agua, como sobre ella.
Se trata de una laguna que cambia constantemente su movimiento de aguas, variando su volumen, velocidad, y dirección, dependiendo siempre del coeficiente de las mareas del mar, intensidad y dirección del viento, y también de las lluvias que puedan haber caído o no en la zona. Cosa que a los pescadores, nos representa desafíos constantes, ya que un día no es igual al otro.
Mi actividad principal, se centra sobre el lenguado, bicho raro en forma y comportamiento. Un amigo lo describe como un pez “COLIFA”. Y tiene mucha razón.

La mayoría de las veces, la pesca la hacemos vadeando, en poca profundidad, y las lanchas la usamos sólo para trasladarnos, y dejar los bártulos encima.
En lo personal, me gusta buscar zonas bajas y que contengan los famosos BOCHONES, que son formaciones calcáreas que hacen los gusanos poliquetos Ficopomatus enigmaticus , especie exótica, de origen desconocido.

Dependiendo de la claridad del agua, en estas zonas, tenemos la posibilidad de hacer una pesca a pez visto, ya que los lenguados muchas veces se posan sobre ellos o sobre los bordes. Y si bien están camuflados, a veces podemos verlos con claridad.
Los equipos recomendados para usar dentro de la albufera, son aquellos que van de #6 a #8, con línea de flote, y líder entorchado realizado con nylon del 0.40 de 8´ terminando en un tippet de 1´ del 0.40.

Las moscas que recomiendo usar son las clásicas clouser minnow, con un largo de 12 a 13 cm, en colores rojo, chartreuse, y verde, atadas en anzuelo tipo Mustad 34043 Nº 2/0 o 3/0. Este estilo de moscas, al estar lastradas e invertidas, nos ayudan a no tener tanto enganche en los bochones.
Ya a partir de mediados de setiembre o principios de octubre, el lenguado se empieza a activar, y se suele capturarlo con mosca.
Si bien me dedico más que nada al lenguado, como ya mencioné, no es raro encontrarnos con cardúmenes de otros peces, tales como anchoas, saracas, corvinas rubias, lisas, pejerreyes´, y las codiciadas corvinas negras, cuyos portes pueden ir desde 2kg hasta superar los 15kg tranquilamente. Y la verdad, que cruzarse con ellas, es algo increíble, no solo verlas, sino también escucharlas, ya que emiten un sonido a tambor muy particular, de ahí el nombre de “BLACK DRUMS”. Nos ha pasado de que ataquen las moscas que usamos para el lenguado, aunque muchas veces (por no decir la mayoría ), salen ganando ellas, cortando todo, son unos tanques de guerra… y otras veces, pudimos sacarlas.

Nota: Nadir Dupuy junto a Cristian Di Paolo, son guías y referentes de la pesca de lenguados con mosca, en la albufera de Mar Chiquita.